Por fin llegamos a Vancouver!!! el viaje a Perú fue fructífero... encontramos lo que fuimos a buscar... una casa para vivir! ya la tenemos!!! vimos unas 20 casas con un agente inmobiliairo... un fin de semana sin parar! pero encontramos la mejor casa! está en un barrio que se llama San Insidro, cerca del trabajo de Sergio, es uno de los barrios más seguros y bonitos de Lima. Un barrio moderno que alterna residencias con edificios de oficinas, así que etá bastante céntrico! se puede ir a muchos sitios interesantes andando... todo un lujo después de acostumbrados a la vida americana o canadiense de coche pa´arriba y pa´abajo...
La casa está dentro de un parque, en Lima, a veces, es típico encontrate casas o edificios de apatamentos dentro de los parques, la casa tiene acceso privado al parque, lo cual es perfecto para la niña!. Todos los dormitorios dan al parque, que dicho sea de paso, es precioso lleno de árboles (luego pongo fotos) para que no nos entrara morriña de Canadá.
El piso por dentro está totalmente renovado, por no decir nuevo. En fin, que está fenomenal... estamos muy contentos.
Aparte de buscar piso, fuimos a conocer otros barrios de la zona... no vimos mucho más y como vamos a volver en breve, pues ya lo haremos tranquilamente... conocimos un barrio que se llama Miraflores que está al lado del mar, muy bonito, podréis ver la fotos. También fuimos a conocer la antigua casa donde vivió Sergio hace años, era una casa-chalet típica peruana a las afueras de la ciudad, muy bonita.
Otra noche fuimos a cenar con el jefe de Sergio, su mujer y un geólogo y su novia, lo pasamos super bien, me llevé muy bien con la mujer del jefe y la novia del geólogo, que era peruana, con los demás también me llevé bien... pero no iba a estar de coleguilla con el jefe, no???.
Lima es una ciudad interesante, me ha gustado mucho, la gente es muy amable y en lo que pueden te ayudan y eso está muy bien.
Como anécdota... cerca del hotel donde estábamos, había como una pequeña islita donde una madre con sus 5 hijos se ponían a pedir. El primer día iba dando un paseo con la niña y se me acerca un niño como de 5 años y me dice "Señorita, una propinita" me quedé tan alucinada que no se me olvidó el niño en toda la mañana, vi que llevaba una cajita de caramelos de menta y le compré una bolsita de caramelos. Le pregunté cómo se llamaba y me dijo, "Luís, señorita". Después me fui... por la tarde, cuando salí de nuevo a dar un paseo con la niña, se me acerca Luís con dos niñas más... y le dije, "pero otra vez tú??" y me dijo, "Señorita una propinita" y le contesté, "Luís ya te he dado esta mañana" y le pregunté "son estas tus hermanas?" y me dijo "sí señorita" la niña mayor se llamaba Estefani, tendría como unos 4 años y de la pequeña no recuerdo el nombre. Les dije, "cuántos hermanos tenéis?" y me respondieron "5"... así que me dio tanta pena que me puse a repartir "propinitas".
Al día siguiente, iba con Sergio y ahí estaban de nuevo, en cuanto me vieron corrieron todos hacia nosotros, esta vez estaban los 5 hermanos! aunque yo conté 6 y 7 con el que estaba en camino, ya que la mamá estaba embarazada... Sergio les dio propinitas y algo de fruta que llevábamos. Por alguna razón tuvimos que volver al hotel y aprovechamos para coger jabones, galletas, fruta, un poco de todo... bajamos una bolsa llena de cosas y nos las iban quitando de las manos. A Luís le tocó, entre otras cosas, una piruleta, pero como no estaba segura si sabía lo que era, pues le dije "Luís, esto es una piruleta, es para chupar, como un caramelo" y se me quedó mirando fijamente... me dice "Señorita, sí, es una chupeta" y yo "eso, eso, muy bien" quedé fatal, pero bueno... la mamá nos agradecía desde lejos lo que hacíamos, "gracias señorita, gracias". La verdad es que me dio mucha pena... esa misma tarde cuando bajé a dar mi paseo de rutina con la niña, les llevé más cositas...
Cuando ya nos íbamos al aeropuerto, el coche paró en el semáforo, y de repente alguien golpeó la ventana, adivináis quién era??? era Luís!!! bajé el cristal despacito, pues llevaba a la niña dormidita en mis brazos, para saludar a Luís, el cual, gritó a su mamá desde lejos, "Ma, mira, mira, es la señorita" y la madre nos saludaba desde lejos... Luís, aprovechando la coyuntura extendió su sucia manita y me dijo, "otra propinita, señorita" y le dije, "Luís, ya te he dado mucho hoy" se quedó callado, y me dice " otro día, señorita?.
Bueno, con esta anécdota ya no hay más comentarios...
